Un día pensé que nunca tendría
la oportunidad de volver a tener
un buen amigo;
alguien en quien yo confiaría,
alguien en quien yo pudiera creer,
alguien en quien yo pudiera apoyarme.
Pero la vida me volvió a premiar
con tu cariño y tu amistad...
y cuando necesité que me escucharas
olvidaste tu cansancio y abriste tu corazón
para que yo liberara mi alma.
No me juzgaste, ni me cuestionaste
el por qué de mi proceder;
en su lugar me demostraste
preocupación por mi error,
y con palabras acertadas
me fuiste sacando de mi angustia
Gracias por darme la oportunidad
de contar con tu amistad
por permitirme quererte
por demostrarme que
los verdaderos amigos
como tu... si existen
A pesar de que se duermen mis sentidos por frustración.
A pesar de esta apatía que bosteza enmohecida.
A pesar de muchas broncas que quedaron escondidas.
A pesar de mis fracasos, mis pecados, mis caídas.
A pesar ya de ilusiones que están por siempre esperando,
y de fantasmas internos prendidos de mis pupilas.
A pesar de que me invento muchas veces la sonrisa.
A pesar de que me trague mis verdades, las mentiras.
A pesar de mis defectos, de mi cólera, de mi ira,
de mis eternos miedos que desde mi alma silban,
y que viva disfrazando mis pequeñas cobardías.
A pesar de mi pasado que me espía a escondidas.
A pesar de mis angustias que rasguñan mis costillas.
A pesar de mi energía que se agota, se termina,
y del paso de los años, de mis luchas, mis heridas.
A pesar de todo eso... sigo apostando a la vida.
Autor desconocido